Mila Lozano participa en la exposición "Temples" en el Templo Romano de Vic, Bcn

Tiempo atrás, el templo era el espacio de cielo que el augur contemplaba. Cuervos, águilas, halcones y golondrinas atravesaban aquel cielo cantando el futuro entre graznidos y vuelos en mil direcciones.

El augur, atento a las señales, descifraba aquellos signos de la voluntad de los dioses, convirtiéndose así en mediador privilegiado entre el mundo visible e invisible...

Temples buscó la expresión sobre tela de aquellas lecturas mágicas y quiso vestir de ventanas, o de espejos, el Templo Romano de Vic. Huellas de la experiencia personal  e intransferible del culto, del tiempo en suspensión infinita en el espacio sagrado.

Fuimos 10 artistas atentos a los indicios: Mireille Cajet, Cati Capó, Denneth Dedeu, iIrene Garzón, Albert gonzalo, Isabel Larrodé, Enrqiue Querol, Pilar Ruiz y Orial Vaz.  A todos ellos mi más sincero agradecimiento por tan preciosa experiencia. A los guardianes del templo, a sus dinamizadores, gracias, mil veces gracias, por hacerlo posible.

Marzo de 2008

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Buscando recoger en óleo sobre tela lo potencial y lo posible y su tránsito hacia lo manifiesto, surgió una esfera fraccionada en suspensión, un diamante convulso tallado al aire.

Cuenta el movimiento de mil mundos sincrónicos, que entrelazan la posibilidad de ser, para ser en ella misma el motor de un principio.

La pinté sin razones y hoy susurra mil motivos. Y lo que sucede dentro de ella, está más allá de lo que puedo contarte. Me gusta pensar que su límite tiende, como casi todo, a infinito...

Posiblemente X, Óleo sobre tela, 140 x 90 cm